Introducción. Su vida era triste, jamás había visto la luz del día, ni siquiera una sombra oscura a plena mañana, cuando los seguidores de Cristo lo conocieron, inmediatamente preguntaron, la razón de su desgracia, ¿habría pecado El o sus padres?, pero ¿como podría haber ofendido a Dios, si era ciego de nacimiento, si así entro al mundo, si sus días transcurrían afuera del templo mendigando unas monedas de los fieles, si era discapacitado y jamás podría ver la luz del día?; pero el lodo que ensucia y mancha, a El lo liberaría; le daría el sentido más preciado para un mortal, le abriría las puertas para salir de la mendicidad; ¡acompáñame a conocer su fascinante historia!.
«Al pasar, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento.
Jesús respondió: «No pecó él, ni tampoco sus padres. Más bien, fue para que las obras de Dios se manifiesten en él.
Dicho esto, escupió en tierra, hizo lodo con la saliva, y untó el lodo en los ojos del ciego; entonces le dijo: «Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que significa “Enviado”).» El ciego fue, se lavó, y al volver ya veía.»
San Juan 9:1, 3, 6-7 RVC
I. Los días pasaban lentos y monotonos en la esquina donde acostumbraba sentarse a mendigar, a pesar de que ya era adulto todavía vivía con sus padres; el amor y las mujeres estaban distantes de un pobre y ciego; no hubo una valiente que se atreviera a hacerle compañía y a lidiar con un discapacitado; su única esperanza era la bondad de los que le apoyaban, de cuando en cuando con unas monedas. La oscuridad física y económica ¡definitivamente dominaban su vida!.
II. Para Colmo de males, la gente concluía que su estado lamentable era un producto de la maldad de El o de su familia; no podían entender que a veces las cosas pasan sin que haya culpables; en su futuro definitivamente no había esperanza; como contrastaba con el consejo de la antigua ley: «Así no habrá entre ustedes ningún mendigo, porque el Señor tu Dios te bendecirá abundantemente en la tierra que va a darte en posesión,» Deut 15:4 RVC. Pero a pesar de toda su desgracia, su día llego y en el momento mas esperado, ¡Jesus lo visito!, escupiendo en tierra hizo lodo y le unto en sus dañados ojos, indicándole que se lavara en el estanque de Siloe.
III. Dicen que apoyar constantemente a una persona que puede trabajar, es robarle su dignidad, acostumbrarlo a ser dependiente, a vivir de los demás; a pesar de su ceguera El Señor lo mando a lavarse, batallando llego al estanque y el sucio lodo se convirtió en su medicina; nunca más volvería a las tinieblas, nunca mas dependería de quien lo guiara, nunca mas seria un mendigo; ahora si que tenía alas para volar y aunque terminaron expulsándolo de la sinagoga y la vida religiosa, nada le robaría La Paz ¡y la gran voluntad de empezar de nuevo con su vida!.
IV. Dios frecuentemente, también en nuestros, días usa lodo para corregir nuestro rumbo; problemas para hacernos reflexionar; permite enfermedades para que rectifiquemos, crisis para que superemos las tinieblas y nos deslumbre su luz y presencia. Al principio lo sentimos sucio, cruel y hasta grotesco; cuando nos golpea con fuerza, tambalea nuestra vida; muchos lloran y se lamentan, hasta reniegan de Dios y se alejan, ¡porque el lodo ensucio sus vidas y la calamidad visito sus casas!; pero hay quien permanece y obedece, simplemente se lo limpia y lo que parecía una tragedia, se convierte en una bendición; la luz se hace en su vida y ahora contemplan, lo que antes solo imaginaban en sombras.
V. Lo peor que te pasa tiene un propósito, pero ¿por qué ser tan Chiple y caprichoso?, ¿Por qué renegar por todo, si al final de cuentas saldrás ganando; es increíble pero conozco a tantos creyentes ¡que hasta lo que no comen les hace daño!; que se quejan por todo, ¡que nadie los puede tocar, ni con el pétalo de una rosa!, porque se van creyendo que le hacen un gran daño a Dios o a la congregación;si no soportas un poco de lodo, tampoco estas listo para que Dios te abra los ojos; si quieres seguir viviendo en la oscuridad y mendigar, paz y cariño; realización y salvación, ¡es tu decisión!.
VI. Ser visitado por Dios no siempre te arropara con bendiciones, al pobre ciego lo expulsaron del templo; pero que importa que te expulsen de tu vida social y amigos, si se abren tus ojos e inicias con nuevos planes y proyectos; si te corren de tu trabajo, te harán un favor, ¡porque vas a algo mucho mejor!, si pierdes lo que mas querías, encontraras que hay siempre preparado para ti una mayor bendición; servir a Dios es para valientes, solo para aquellos que sus vidas están vendidas a Dios, como la de Pablo y Silas que al predicar y hacer milagros en Filipos fueron azotados y encarcelados, pero a la media noche en medio del sufrimientos terribles, en vez de amargarse, ¡cantaban alabanzas!.
Conclusiones. Tu decides si el lodo que Dios permite a tu vida te amarga o te bendice; si la tribulación que haz pasado, te hunde o te levanta; si la enfermedad y la crisis te aplasta o simplemente es un página oscura que con su apoyo y ayuda podrás superar y dejar atrás; definitivamente la vida en Dios no es para cobardes y delicados, para gente Chiple y malagradecida, El a veces escupe y pone lodo en tu rostro, pero al final te abre puertas increíbles y bendice y restaura, ¡como no te imaginas tu vida!.
Ps. Otoniel Mendoza 