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Una Sola cosa por la que vale la pena Preocuparse

Introducción. 4 días paso en el otro mundo, su muerte fue gradual, pero para su familia repentina, dejó en la “Orfandad” a sus hermanas Martha y Maria, quienes tenían su esperanza en su amigo Jesús, quien llegó 4 días tarde. Aún así fue testigo del milagro más asombroso, al escuchar las palabras llenas de autoridad: “Lázaro ven fuera”. Definitivamente esta familia fue muy especial, donde Jesus pasaba las noches después de las jornadas maratónica en Jerusalén; adentrémonos en ella y descubramos sus aciertos y virtudes; sus debilidades y fortalezas.

“Durante el viaje a Jerusalén, Jesús y sus discípulos llegaron a cierta aldea donde una mujer llamada Marta los recibió en su casa. Su hermana María se sentó a los pies del Señor a escuchar sus enseñanzas, pero Marta estaba distraída con los preparativos para la gran cena. Entonces se acercó a Jesús y le dijo: —Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme. El Señor le dijo: —Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará.”

‭‭Lucas‬ ‭10‬:‭38‬-‭42‬ ‭NTV‬‬

I. Jesús recorría las aldeas y pueblos desde galilea hasta Judea, visitaba además regiones gentiles y tuvo la gentileza de aceptar algunas invitaciones para participar de los alimentos y pasar la noche junto a sus seguidores, con hospedadores muy especiales; fue el caso de la familia de Martha, Maria y Lázaro; ellos vivían en Betania, una aldea situada a unos cuantos kilómetros de distancia.

II. Después de jornadas extenuantes en Jerusalén se retiraba a pasar la noche con sus anfitriones de Betania, la familia de las hermanas y el hermano, pero ¿como empezó esta relación y como casi terminó?

El rol que tuvo que tener cada uno de sus miembros, es interesantísimo, porque de Él depende nuestro enfoque y posición en el reino de Dios.

III. Cuando Jesus llegaba a casa, creo que frecuentemente lo hacía con varios de sus discípulos, esto implicaba mucho trabajo para los anfitriones;  Imagino que Lázaro salía a comprar los alimentos, mientras Martha preparaba la cena; había que hacerlo todo de lo mejor y esto ocurría frecuentemente y para ellos no era una carga sino un deleite y todo un privilegio.

IV. El problema vino cuando Martha se cansó, su hermana Maria no cooperaba, ella con todos los quehaceres de la cena y alistar la casa y Maria “perdiendo el tiempo” escuchando al maestro; simplemente no aguanto y se quejo con Jesús, para que la reprendiera: Maestro, ¿no te parece injusto que mi hermana esté aquí sentada mientras yo hago todo el trabajo? Dile que venga a ayudarme. La respuesta de Jesús fue contundente…

V. Mi apreciada Marta, ¡estás preocupada y tan inquieta con todos los detalles! Hay una sola cosa por la que vale la pena preocuparse. María la ha descubierto, y nadie se la quitará.”. Que grandiosa enseñanza, a los pies del maestro si que vale la pena pasar el tiempo, preocuparse por la vida espiritual en vez de la material, ocuparse del tiempo con Dios y no de este mundo material.

VI. Esto no quiere decir qué hay que descuidar la cena y las necesidades primordiales, pero sí qué hay que darle prioridad al mundo espiritual, imagínate recibir a Cristo y sus apóstoles en casa, cenar con ellos y hospedarlos, si que deberían aprovecharlos. Lograr el balance entre el trabajo y Dios nunca a sido fácil, pero hoy en día resulta más que necesario.

VII. La triste realidad es que quien ocupa el primer lugar en nuestra vida no es el Señor, esta el trabajo, las distracciones, la tecnología y tantas cosas más, pero como Jesus le dijo a Martha, una sola cosa, por la que vale la pena Preocuparse, Maria la ha descubierto y nadie se la quitará, la pregunta es, ¿nosotros ya la hemos descubierto o seguimos en los afanes de la vida?

VIII. Definitivamente es la vida en Dios la que vale la pena, sumergirnos en el Bautismo en el ES, adentrarnos   en su palabras y enseñanzas, servirle con pasión y de todo corazón. Una noche con el maestro es mejor que mil de afanes y quehaceres. Podremos imitar a Marta, obteniendo las migajas que caen de la mesa de los hijos, o sentarnos a los pies del maestro como lo hizo Maria, comiendo y bebiendo sus palabras y maravillosas enseñanzas.

Conclusiones. El mensaje de hoy es muy concreto y sencillo, o imitamos a Martha y nos ocupamos del mundo material o seguimos el ejemplo de Maria y nos sentamos a sus pies para beber de sus preciosas enseñanzas. Tú decides cultivas la vida espiritual y te llenas de Dios, o te enfocas en el mundo material, lo cual te dejará seco y vacío.

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