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¿Algo de que Preocuparse?

Introducción. La padecen el 18% de la población, por cada tres mujeres un hombre; conocida como síndrome de colon irritable, pero más conocida como colitis nerviosa, una verdadera pesadilla para quienes cargamos con ella; según los expertos es incurable, solo se controla y la forma varía de persona a persona; dieta, ejercicio, algunos medicamentos y sobre todo controlar el estrés y la ansiedad, pero la pregunta del millón: ¿Como dejó de preocuparme, en un mundo con tantos problemas? La enseñanza del maestro es muy certera en este aspecto, su doctrina nos ayuda tanto, para enfrentar la vida, desde otra perspectiva.

“Por lo tanto, no se preocupen ni se pregunten: “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?” Porque la gente anda tras todo esto, pero su Padre celestial sabe que ustedes tienen necesidad de todas estas cosas. Por lo tanto, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. »Así que, no se preocupen por el día de mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. ¡Ya bastante tiene cada día con su propio mal!”

San Mateo 6:31-34 RVC

I. La lucha diaria por la sobrevivencia es común en el género humano, todos los días salimos a trabajar para traer el pan a la casa y suplir tantos gastos que se acumulan; el deseo de prosperar y salir adelante nos impulsa a crear y emprender, a mejorar nuestra vida y familia; el conformismo nos corta las alas de tantas cosas que se podrían lograr; pegados al sillón en el la tele o celular, definitivamente no saldremos del hoy, pero…

II. El problema es que nos afligimos demasiado por cosas que realmente no valen la pena; si vemos hacia el pasado ¿cuando Dios nos ha fallado?, es normal que nos preguntemos ¿Que comeremos?, ¿Que vestiremos?; pero caer en estados de estrés y ansiedad solo por la inestabilidad económica nos lleva a cosas peores; necesitamos aprender a confiar y descansar en Dios ¡y eso definitivamente no es tan sencillo!

III. En épocas de crisis, sequías o pandemias, hay que voltear a ver las aves y las Flores; todos los días Dios las alimenta y las sustenta; viste los campos con increíble belleza; hace llover sobre justos e injustos y su bendición alcanza hasta los más pequeños; ¿porque entonces nos afligimos tanto?, el día de mañana traerá sus propios males, ¡hoy vivamos confiados y seguros!.

IV. Si no hay que preocuparse, ¿entonces cómo enfrentar los problemas?, Jesús nos da una fabulosa receta: “Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia y las demás cosas les serán añadidas” cuando nos ocupamos de ayudar al prójimo, de apoyar al desvalido, de ministrar al afligido; las puertas de bendición se abren, como se dice coloquialmente, “el que parte, reparte y. comparte, se queda con la mayor parte”

V. “Bástale a cada día su propio mal” no logramos nada con una noche de insomnio, dando vueltas en la cama por resolver un problema del futuro, por pagar una deuda muy pesada; tenemos que aprender a vivir el presente, el día de mañana traerá sus propias preocupaciones y males, hoy necesitamos enfocarnos en lo actual; si hoy tuvimos para comer, ¡mañana Dios dirá! O como lo dijera un gran sabio: “si tu problema tiene solución, ¿porque preocuparse y si no para que preocuparse?, ¡simplemente no está en tus manos!

VI. El estrés y la ansiedad están en nuestro ADN, quienes somos preocupones tenemos que aprender a vivir de otra forma; relájate y descansa en el Señor, muchas de las cosas que te aflijen jamás llegan a realmente dañarte; ¡si te enfermas Dios te cura, si te caes El té levanta, si te quedaste sin trabajo, El té abrirá las puertas para uno mejor… si te abandono el viejo…llegará el nuevo!!!

Conclusiones. Unas vacaciones en una playa paradisíaca ayudarían mucho, pero día a día son los problemas y requerimos aprender a vivir “con paz en medio de la tormenta”; caminar y hacer ejercicio excelente, tes y relajantes muy buenos, terapia y una platica motivacional con los amigos, claro que ayuda; pero un tiempo en la presencia del Señor, ¡como nos hace falta!, donde depositamos en su altar nuestras cargas; definitivamente hoy es el día y el momento ¡libérate de ansiedad, estrés y preocupaciones!, deja que Dios rompa tan terribles cadenas que te atan.

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