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FAVORES QUE VALEN ORO

“Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me recibieron; estuve desnudo, y me cubrieron; estuve enfermo, y me visitaron; estuve en la cárcel, y vinieron a visitarme.” Entonces los justos le preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre, y te dimos de comer; o con sed, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recibimos; o desnudo, y te cubrimos? ¿Cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y te visitamos?” Y el Rey les responderá: “De cierto les digo que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos más pequeños, por mí lo hicieron.””

San Mateo 25:35-40 RVC

Introducción. La celebración del día de los muertos crece cada año, Flores, comida, música y fiesta en los panteones; hay quienes le llaman el festival del hueso, increíble pero nos estamos preocupando tanto por los que ya se fueron, que frecuentemente, ya están convertidos en polvo, y los vivos, nos pasan desapercibidos; sus necesidades no nos interesan, sus problemas no nos importan y nos hemos convertido en una sociedad egoísta que solo piensa en si misma y que simplemente ¡le vale!, lo que le pase a los demas.

I. La diferencia básica entre los vivos y los muertos, es que unos respiran y los otros no; un cadaver parece que tiene vida, pero al detenerse sus órganos también lo hace su respiración; ¿Que podemos decir en el ámbito espiritual?, tanta gente hoy en día cree que es salva y que va rumbo al cielo, pero la verdad es que solo viven para ellos, sin practicar la compasión cristiana.

II. El cristianismo practicado por la mayoría, consiste solamente en asistir un que otro Domingo a la iglesia, sin participar, ni servir en nada; sin conectarse con Dios en su casa, sin servir a nadie, sin estudiar, ni siquiera leer las escrituras y participando de todo lo que el mundo ofrece; cómo podemos esperar alcanzar la vida venidera; llegar al paraíso, si vivimos hoy tan distantes de Dios.

III. El pasaje de Mateo es tan claro y enumera las virtudes cristianas: Alimentar al hambriento, saciar al sediento, socorrer al enfermo, visitar al prisionero; en las prisas y flojeras del mundo moderno , ¿Quien tiene atención para ello? Podremos pasarnos muchas horas diarias en el celular, pero si nos invitan a servir en algún lugar, rápido nos escudamos que no tenemos tiempo, que tenemos mucho trabajo y cosas que hacer.

IV. Apártense de mi malditos, dirigiéndolos a una condenación segura es la respuesta divina ante el egoísmo humano; “Quien no vive para servir, no sirve para vivir” y Dios espera de sus hijos, que tengan un corazón compasivo y no sean solo religiosos superficiales; creyentes de Domingo, simpatizantes de las verdades eternas; las demandas del cielo son grandes, para quienes ayer fueron redimidos a precio de sangre.

V. No es posible, ¡que se nos de tanto y respondamos con tan poco!, estamos intoxicados con las Dalilas modernas, embriagados de amores torcidos, que perdemos de vista nuestro propósito y sentido, y dejamos de ser “la sal de la tierra”, fallamos hasta en lo más básico, despreciamos el honor de servir en el reino de Dios; No somos salvos por las obras, pero ¡todos los salvos hacen buenas obras! y el mundo espera no tanto nuestras palabras, sino nuestros actos.

VI. Ya basta de tanta flojera, apatía y indiferencia, el mundo necesita urgentemente de nosotros; nuestras excusas a nadie convencen, ni siquiera nosotros mismo nos creemos que no podemos, que no tenemos tiempo, que no sabemos cómo; solo un muerto no respira, y uno que va rumbo al cielo siempre estará dispuesto para ser instrumento en las manos divinas. Cuando hacemos algo por el más pequeño e insignificante ¡lo estamos haciendo por el Eterno!.

Conclusiones. Nos quedan pocos años de vida, transitaremos pronto al otro mundo, razón de más para aplicarnos a servir a Dios con entrega y pasión; no podemos por más tiempo desperdiciar las oportunidades que el nos brinda para servir; todos deberíamos de hacer fila para ser voluntarios, nuestro nombre tendría que estar en lista de espera para servir en un ministerio; es una vergüenza lo que estamos haciendo con nuestro tiempo libre, cuando hay amigos y familiares que se la están pasando tan difícil, cuando los hospitales están llenos, la carceles saturadas y las calles llenas de hambrientos y desesperados, ¡despierta ya de tu vida tan hueca y egoísta y alístate en el ejército del Señor!

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