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HOMBRÍA PARA UN MUNDO ENFERMO

Introducción. Origen y celebración del Día del padre.

“No profetices más aquí en Betel, porque aquí está el santuario del rey, y esta es la capital del reino.» Amós le respondió a Amasías: «Yo no soy profeta, ni hijo de profeta. Soy boyero, y recojo higos silvestres. Pero el Señor me quitó de andar tras el ganado, y me dijo: “Ve y profetiza a mi pueblo Israel.” Así que, oye ahora la palabra del Señor: Tú me dices que no profetice yo contra Israel, ni hable en contra de la casa de Isaac; por eso, el Señor te dice: “Tu mujer se prostituirá en plena ciudad; tus hijos y tus hijas caerán a filo de espada, y tu tierra será fraccionada y repartida; tú morirás en un país impuro, e Israel será llevado al cautiverio, lejos de su tierra.”»”

Amós 7:13-17 RVC

I. Heroes y grandes hombres los encontramos por montones, Padres responsables y admirados por sus hijos, también los hay en todas partes y en todas las épocas; desde un joven que se enfrenta a un gigante, hasta un temerario y valiente que defiende un pequeño campo de lentejas y hace caer a 800 adversarios; películas famosas nos ilustran grandes Padres, lLa vida es bella, en búsqueda de la felicidad, yo soy Sam y buscando a Nemo, son algunas de ellas, pero la cultura actual también menosprecia y ridiculiza a los padres; Homero Simpson es un borracho desobligado, Walter White de Breaking and Bad, capaz de secuestrar a su propia hija y culpar a su mujer, Tyson Lannister en Juego de Tronos un padre horrible.

II. Amos no era rico ni famoso, era Boyero y se dedicaba a recoger higos silvestres; era de la aldea de Tecoa y fue llamado a profetizar contra el reino de Israel; no se nos cuenta nada de su familia, pero me sorprende su valor y temeridad contra el poder político y religioso que lo dominaba, fue capaz de confrontar a los ricos y poderosos y hasta desafiar a quien lo gobernaba, al sacerdote Amasias le declaró: «Tu mujer se prostituira en plena ciudad, tus hijos e hijas morirán y tú también lo haras en un país impuro»

III. La figura masculina y paternalista está desgastada, hombres fuertes y valientes escasean y Padres dedicados y amorosos no son tan comunes; nuestra cultura y sociedad se a vuelto con fuerza a la mama, cuando se busca una figura de peso y confianza es la mujer la que sobresale y la madre quien se vuelve referente, pero hay quienes piensan que la ausencia del padre, es el principal problema de la sociedad, que una familia u organización sin un hombre que la guíe, sin una figura masculina que la proteja y la sustente, se vuelve disfuncional.

IV. En la sociedad de los leones ellas son las que cazan, las que cuidan a los cachorros, las que fortalecen y dan fuerza a la manada, pero eso sí, es el Leon el que cuida y patrulla por el clan, quien defiende a su prole de amenazas y enemigos, al debilitarse el «rey león» todo se desmorona; tenemos que recuperar el papel y la función que nos corresponde, por flojera y comodidad, mandamos a la mujer por delante, la exponemos a funciones y responsabilidades que nos corresponden.

V. Hoy se requiere de hombres fuertes, de Padres que lo den todo por los hijos, de mujeres que les apoyen cuando se cansen; que no nos gane el temor cuando se trata de cumplir con nuestra misión, porque hemos de dejarnos vencer por los Gigantes modernos, porque tenerle miedo hasta nuestros hijos; hombres y mujeres necesitamos valor y temeridad, pero el primer frente de batalla es para los padres, la responsabilidad mayor para los hombres; en la lista del Apocalipsis de los desechados se encuentran los cobardes, junto a los hechiceros y homicidas. No es posible que un ruido en la noche nos despierte y queramos mandar a revisar a la mujer o peor aún a nuestros hijos.

VI. Finalmente a Padres y madres les recuerdo algunos de los errores más comunes cometidos con nuestros hijos.

1. Tratarlos con golpes e insultos.

2. Tratarlos a todos los hijos de la misma manera, «todos coludos o todos rabones»

3. Nos demostrarles cariño

4. Adorar a nuestros hijos.

5. Creer que nuestros hijos son perfectos.

6. Tratar de ser el mejor amigo de nuestros hijos.

7. Criar al hijo que queremos y no al que tenemos.

8. Subestimar el carácter, hay que dejarlos enfrentar la adversidad, sin intervenir «en todas» para que no salgan lastimados, es mejor un buen corazón que mil trofeos y diplomas.

Conclusiones. Que reto tan grande tenemos por delante, que nuestros hijos nos admiren y se sientan orgullosos de nosotros será lo mejor que nos pueda pasar; mejor que sacarse la lotería o un viaje de ensueño, es un padre respetado, un hombre admirado por su familia; la mayor necesidad que nuestra sociedad tiene es de un hombre de familia, de un padre que no deje a sus hijos a la deriva o le pase la responsabilidad a la mama, que se enfrente al poder dominante ¡y ponga muy en alto su honor y el bienestar de los que lo rodean!.

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