DIVINA VISITA
«E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos. Y murió José a la edad de ciento diez años; y lo embalsamaron, y fue puesto en un ataúd en Egipto.»
Génesis 50:25-26 RVR1960
INTRODUCCIÓN.- Las etapas de aflicción son terribles, las épocas de vacas flacas dejan sin fe y sin aliento a cualquiera, ¡pero de las cenizas se levantan los valientes!; los más finos diamantes se producen del horrible carbón y extremas presiones y temperaturas; frecuentemente cuando Dios quiere hacer algo grande con nosotros primero nos aplasta y nos pasa por el horno de la prueba; pero todo tiene su tiempo y llega el momento donde somos restaurados, donde Dios nos levanta y visita con su gracia y poder nuestra vida; el patriarca José murió declarando con certeza que Dios visitaría a su pueblo y hoy, nosotros tenemos la misma convicción y certeza.
I. ¿Porque a la gente buena le pasan cosas Malas? Es la pregunta tan difícil de contestar; no sabremos explicar las calamidades y desgracias y menos aún comprender cuando estas nos golpean con toda su fuerza, pero creo fielmente que en todo hay un gran propósito y tarde que temprano, tendremos la oportunidad de descubrirlo.
II. En el ocaso de su vida el anciano José contemplaba su propia historia, ya tenía 110 Años, disfrutaba a los nietos de sus hijos y era sumamente respetado y admirado por su pueblo, había logrado llegar hasta la cima, después de estar en el fondo; logró que varias naciones no perecieran de hambre, salvo a su propio pueblo, pero había pasado primero por la escuela del desierto, por la difamación, la calumnia, la traición y los horrores de la presión!
III. Será por esto que con legalidad puede aconsejar y firmemente declarar a su pueblo: que serían visitados por Dios y que no se olvidaran de llevar sus huesos a Canan; no deseaba permanecer en Egipto por siempre, su fe y esperanza estaban en la tierra prometida. Tenemos que echar mano de la fe, que creer contracorriente, que actuar y planear nuestro futuro, no en lo que vemos, sino en lo que Dios nos revela; ser positivos en medio de la negatividad que nos rodea.
IV. Los vientos contrarios nos impiden avanzar, pero cuando hay fe y optimismo, nos impulsan a conquistar nuestro destino; tenemos que creer la palabra divina, Dios va a visitar nuestra vida, El va a restaurar nuestros sueños, a cumplir nuestro gran propósito, a sacarnos del hoyo; nuestro futuro tiene necesariamente que ser mucho mejor que nuestro complicado presente.
V. No moriremos en el país de la prueba, estamos solo de paso por ella, José vivió un par de décadas de dolor y aflicción, y le parecieron seguramente una eternidad, pero cuando Dios lo visito, fue llevado al palacio para gobernar y lo hizo por el resto de su vida; Dios tiene con nosotros algo superior y nos tocara pronto descubrirlo, nuestro palacio nos espera, nuestro sitio de respeto y honor nos aguarda; Dios pronto hará con nosotros maravillas.
VI. La profecía finalmente se cumplió, después de una noche oscura y que pareciera interminable, Dios visito a su pueblo, fueron más de 400 años de espera, ignominia y esclavitud, pero con brazo fuerte y mano poderosa, despojaron y salieron de Egipto y conquistaron la tierra prometida; tanto murieron sin recibir lo prometido, pero algunos lo hicieron creyéndolo y confesándolo; las promesas divinas a veces tardan, pero son seguras y confiables.
Conclusiones. El tiempo se acerca en que Dios visita a su pueblo, ya hemos pasado por lo mas oscuro de la noche, de aquí en adelante solo habrá destellos de resplandor, llamas de poder, vientos de bendición; lo que se nos robo y fue quitado, Dios lo restituye multiplicado, lo que por años no hemos logrado y se nos ha negado, en un instante será realizado; «En Dios haremos proezas y El vencerá a nuestros enemigos» Salmo 2:8
Ps. Otoniel Mendoza 